sábado, 26 de julio de 2014

Serenata a la muerte de Eva Por Cátulo Castillo.


Conmemoramos el nacimiento de Eva y la Poesía de Cátulo Castillo nos recuerda el nacimiento hacía la eternidad de nuestra amada Evita.
Toquen suave, muchachos,
¡Porque se siente enferma!
Tiene la frente pálida, y hoy ha
tenido fiebre.
Se desgajó en la lucha. Miró al
Azul se flecha
y estuvo en la contienda del
amor, con su gente.

Toquen suave muchachos...que
esta noche la velan
con su oración de siglos, con su
oración de siempre,
los duendes de los sueños que
habitaron la tierra,
y hoy es noche en todo se ha llenado de duendes.

Coro:

¡Toquen suave, muchachos!
No se olviden que duerme.
Se han callado los astros
y el reloj no nos miente.
Las ocho y veinticinco
de la cita en horarios
La viajera ha venido.
La historia se detiene.




Cancionista:

¡ Toquen suave, muchachos! La
serenata tiembla
frente al balcón en alto donde la
hermana duerme.
Tiene un suspiro tenue que se
anuda en la trenza.
Le dice adiós un pájaro. Juan la
besa en la frente.
Toquen suave muchachos. Que
el silencio nos duela,
como duelen las cosas que se
van y no vuelven.
Pero Ella vuelve siempre, y ha
de volver inmensa
Cuando Juan, una tarde de mayo
Nos regrese....

Coro

¡Toquen suave, muchachos!
No se olviden que duerme.
Se ha callado los astros.

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